Veamos a través de esta breve leyenda de qué manera la palabra incide en el resto y en nosotros mismos
Se creativo. Evita reiteraciones molestas y acompaña lo que haces con otras posibles formas de estimulación. Por poner un ejemplo, puedes emplear, dependiendo del grado de implicación, a de las manos, otras s de tu cuerpo como la boca, el aliento, los genitales, el cabello o la voz Sigue leyendo