Que no adivine tus pasos
Una vez hayamos recorrido el semblante múltiples veces, pellizcaremos tenuemente entre las cejas con nuestros dedos pulgar e índice. En esta zona se suele amontonar mucha tensión y, al tratarla de esta manera, lo que estamos consiguiendo es liberar dicha tensión y relajar a nuestra pareja. Sigue leyendo